Características y conductas de estos personajes en la modernidad.
«En la actualidad los maestros de las distintas tradiciones orientales abundan, más que discípulos» («Cuidado con el Sufismo» anónimo). Hoy día Yoga, Budismo, Sufismo, Tao, Kabala, etc. presentan una variopinta de pseudo maestros no autorizados (por Maestros Verdaderos) en occidente.
Por ejemplo, un derviche (sufi) suele ser más difícil de encontrar que “una aguja en un pajar” en las sociedades occidentales, pero los maestros de esta tradición abundan en las distintas revistas de salud alternativa, libros de auto ayuda y páginas webs.
Cuando se habla de Maestros Verdaderos no refiere a iluminados, santos, profetas o personas que sus características coinciden con el relato de un gran sabio, sino que simplemente son profesores de una tradición que están autorizados a enseñar por quién encabeza la cadena iniciática de la misma. Este es el requisito único e ineludible para ser Maestro dentro de una tradición milenaria auténtica. Nada más… ni nada menos.
Visto a gran escala hay tres tipos de estrategias para captar seguidores de parte de falsos gurues:
Por un lado la ADULACIÓN: Consiste en llenar de alabanzas a sus seguidores, «tirando flores» del tipo “eres un ser de luz”, “un iluminado”, “un divino”, tomando este tipo de elogios de relatos de autenticas tradiciones respecto de las potencialidades del hombre, es decir desde el punto de vista de la META de su posible evolución y no de la PARTIDA, sería una estrategia del «polo positivo».
Por otro lado la CULPABILIDAD: Sería la estrategia de utilizar la fuerza de la culpa y el miedo. Destacando aspectos miserables humanos en el aspirante para captar a la persona desde el deseo de mejorar su «estado espiritual», un trabajo con el polo «negativo».
Y por último la CONFUSIÓN: Polo «neutralizante» que opera en todos los casos como resultado de la utilización de las otras dos estrategias, alterando el psiquismo de la persona. También mediante trabajo con energías bajas, mentalismo, excesivos ejercicios espirituales y magia.
Si bien todos los falsos maestros utilizan estas tres fuerzas cada uno tiene su modo predilecto de actuar operando preponderantemente con una de las tres.
En el presente artículo nos centraremos en el segundo tipo de estrategias mencionadas, la culpabilidad, por considerarla más peligrosa y sectaria que las otras.
A continuación detallaremos distintas características y comportamientos que muy habitualmente presentan éstos maestros falsos para advertir al buscador desprevenido (el siguiente apartado esta realizado desde una óptica sufi por lo que contiene citas del Corán y dichos del Profeta Mohammed sws.):
– Muy probablemente sean personas que han pasado por una Tradición Autentica en algún momento de sus vidas, pero o se han ido o han sido expulsados. Entonces toman conocimientos adquiridos para dirigir un pseudo grupo. También se encuentran los que sin haber pasado por ninguna tradición se declaran maestros por haber leído al respecto; o por haber viajado a algún país de oriente. Ambos tipos llevan enseñanzas verdaderas a ser interpretadas a favor de sus intereses.
– Como dijimos, en una tradición auténtica se necesita el reconocimiento del Maestro que está encima de todo en la cadena iniciática para ser profesor, es el único que puede interpretar si se está listo. Los maestros falsos actúan como no necesitar esto, se auto declaran maestros o guias, interpretan sus propias señales o textos de sabios. – Crean así desmembramientos y separaciones (fitna) dentro de la cadena iniciática, llamada sílsila, de las tradiciones, mediante habladurías sobre guías y discípulos de éstas. Este tipo de separaciones es condenada por el Corán y la Sunna. «Y aferraos juntos a la cuerda de Dios (…)» ; No seáis como aquellos que se dividieron en grupos y siguieron distintos caminos (…)» (Corán 3:103/105)
– Puede ocurrir que algunos de estos hayan tenido o tengan algún maestro, pero o está difunto, o alejado también de la tradición, o vive muy lejos y sólo se le cuentan una realidad parcializada. Un proverbio sufi dice “El Shekh más amado es el que está muerto, el segundo más amado el que está más lejos, y el más odiado es el que vive en el mismo pueblo”. También muchos se llaman maestros por el hecho de tener seguidores, lo que es estar apoyados guías en discípulos, lo cual constituye una idolatría.
Para este fin peregrinan por el mundo oriental para fotografiarse, filmarse y mostrarse con maestros de doctrinas autenticas… quienes siempre reciben amablemente a todos, por tradición. Pero aquellos son cómo mendigos pidiendo limosna espiritual, o adolescentes con sus ídolos. Conciben el camino como una idolatría, de maestros y dioses antropomórficos a su imagen y semejanza, y así piden a sus adeptos que idolatren sus egos que se alimentan de su energía llenándose de soberbia.
– Dentro del Sufismo, como en otras tradiciones, se pide la “obediencia” del derviche al Sheykh (discípulo al guía) en los consejos que le da para su camino. En realidad no es correcto hablar de “obediencia” ya que el Sheykh no debería sino representar al Guía Interior que todavía no está manifestado en el discípulo. Un dicho sufi reza “Sé con tu Maestro cómo un muerto en manos de quien lo lava” y otro “Guía es quien te aleja de ti y te acerca a Allah”. Los maestros farsantes hacen uso y abuso de esto para entrar de lleno en la vida de sus seguidores. Luego pueden ser expertos trabajando la culpa, la competitividad entre adeptos y la indiferencia a la hora de recordar esta máxima. Todo esto mientras ellos mismos nunca obedecieron a un Maestro o solo parcialmente hasta que se les dice algo que les disgustó. Dice el Sagrado Corán «¿Por qué confundís la verdad (mezclándola) con la falsedad y ocultáis la verdad a sabiendas» (3:71). También dice: «Veneremos a Dios, sin atribuirle coparticipe alguno y no nos tomemos unos a otros por señores en vez de Dios» (Corán 3:64)
Cabe aquí aclarar que hoy en día los Sheykhs conociendo las limitaciones de los tiempos que corren, en ellos y sus estudiantes, tienen una actitud misericordiosa no exigiendo ese nivel de compromiso. Nunca se exige más de lo que se está capacitado a tolerar.
– Los Guías Auténticos van generando en sus estudiantes, conforme al develamiento del guía interno, independencia y libertad. Los falsos cada vez más dependencia, explícitamente o subliminalmente con ellos, en ocasiones llegando a pedir que se los copie cómo modelo en tanto su personalidad y no en tanto aquel descubrimiento auténtico.
– Habitualmente provocan separación entre padres e hijos. Los padres suelen ser los primeros en tratar de obturar esta relación siniestra, pero son acusados de manipulación, separar a su hijo de la religión verdadera, abandono, etc. Pueden tener algo de razón, si los padres hubiesen sido excelentes sus hijos no estarían hoy con falsos gurúes. Pero el Corán dice que a los padres no se les debería decir ni “uf”. Entonces ni en caso de que se opongan al modo de vida (Din) de su hijo se deben distanciar sino manejarlo amorosamente y con cuidado.
«Tu Señor ha ordenado que no adoréis sino a Él y que seáis benévolos con vuestros padres. Si uno de ellos o ambos llegan a la vejez, no seáis insolentes con ellos y ni siquiera les digáis ‘¡Uf!’ Y háblales con dulzura y respeto. Trátales con humildad y clemencia, y ruega: ¡Oh, Señor mío! Ten misericordia de ellos como ellos la tuvieron conmigo cuando me educaron siendo pequeño» (Corán 17:23-24) y en varias partes más del Corán.
Un día acudió a Muzzafer Efendi un derviche preocupado. Le dijo: “Mi madre es una impiadosa. Ella es prostituta, trabaja en un cabaret por las noches. ¿Cómo puedo ser yo derviche con una madre así? ¿Qué puedo hacer con ella?. A lo que este amoroso maestro respondió: “Ve a buscarla a la salida de su trabajo por la madrugada, cuando esté muy cansada, y llévala en taxi a su casa, si no consigues taxi cárgala y llévala en tus hombros”.
– Puede que con el tiempo los seguidores de pseudo grupos también se aparten de sus amigos, y de cualquier persona que atente contra “el camino”. También puede que se desliguen de sus bienes materiales en pos de esto. Separar a una persona de sus padres, grupo de pares y bienes es pues una efectiva estrategia para debilitar al individuo, su fortaleza yoica, en función de apoderarse luego de él.
– Otro método posible es la indicación de dejar o cambiar la carrera que se está estudiando, utilizando diversidad de pretextos. Esto no sólo sirve para contribuir a desmontar el Yo del sujeto sino que generalmente la nueva profesión está relacionada con lo que al negocio del gurú conviene.
Cabe aquí aclarar que el sufismo tiene varias técnicas de desmontar los «Yoes falsos», las que pueden ser tomadas por farsantes para intereses distintos al propio del sufismo que es que la persona haga un redescubrimiento del «Yo Real».
– Casi siempre estos gurúes están íntimamente frustrados con respecto a los anhelos que han perseguido en sus vidas: Empresarios fundidos o expulsados, discípulos o maestros echados, relaciones tormentosas, incapacidades o impotencias físicas o psíquicas, etc. La mayoría no tienen amigos ni familiares, queridos ni cercanos. Entonces no habiéndose hecho de un sustento económico ni sentimental firme intentan desesperadamente recomponer su auto-imagen; pero incapaces de mantener un estado de armonía con otros proyectan lo atroz de sí al exterior, por lo que todo el que no sea parte de su comunidad o que no comparta sus ideales suele ser criticado hasta la defenestración.
– Pueden llegar a adulterar de tal modo los caminos espirituales al punto de convertirse en una suerte de “instituciones totales”: Es allí donde se debe estar o en ningún otro lado. Allí «salvación», por fuera «perdición». Allí trabajar, allí amar… Lo patógeno de sus personalidades retorna proyectado, externalizado desde un mundo sin valor, lleno de gente egoísta o «hipócrita». Así, proyectando sus miedos y miserias quedan ellos como víctimas pero grandes, lo que es propio de la paranoia.
– Muchos seguidores de gurúes tienen un tipo de apego clasificado por psiquiatras cómo “déficit del narcisismo”. La relación con un «Otro Total» se les presenta cómo vital, y la posible pérdida de ésta relación es vivenciada con una angustia premonitoria de la propia aniquilación. Entonces quedan pegados a este objeto único, exclusivo y excluyente. Para diferenciar esto de un Camino Verdadero diremos que éste en vez de una totalidad se comporta como una herramienta no exclusiva que potencia al aspirante, cómo añadidura de las enseñanzas que allí recibe será mejor persona, mejor esposo/a, padre, hijo/a, novio/a, mejor en su vocación, y alcanzar un estado de plenitud en esta vida. Un verdadero caminante da claras evidencias de tener una vida sana.
– Es recurrente en los seguidores de maestros falsos el no haber tenido una constitución personal primaria que permita una estructuración completa de su self (yo). Es decir, se encuentran en déficit con su propio Yo, este requiere ser completado por otro. Un «Gran Otro» que se exige total y masivo, así cómo lo fue su madre en la primer infancia. Este déficit está determinado por una negativa de presencia empática de los padres o su demasiada presencia, invasiva. Al decir de Winnicott y Lacan: Sin una “madre lo suficientemente buena” o un padre fallido en su «función paterna”. Si bien es un trastorno a nivel personalidad no es agudo ni crónico; es decir que no es grave si la persona es tratada por un buen terapeuta a tiempo, pero sí puede ser catastrófico si cae en manos de un falso gurú… Quienes incluso estos pueden llegar a cobrar servicios cómo terapeutas sin título habilitante.
– Este déficit del self que algunos seguidores de pseudo maestros tienen no solo interviene en el momento de ser captados sino que luego los retiene: Se sigue justificando al líder ya que manteniéndolo a él se mantiene el propio Yo. Aceptar la caída del líder sería aceptar la propia caída. Esto puede llegar a puntos tales como verlo en sueños (interpretados por el mismo gurú), tener visiones, etc. Es probable que algunos se muestren similares a Maestros Verdaderos ya difuntos indicando algún tipo de “conexión”; esto penetra a nivel subliminal en sus seguidores quienes oscilan entre sobreestimarlo y victimizarlo en sus fracasos. Es mucho más fácil que una persona se vaya de un Maestro Auténtico que de uno falso. Por estas razones puede que la mayoría de seguidores de estos sean jóvenes. Entre los que también están quienes albergan una admiración por este tipo de personas y no desean sino ser como ellos, “lo similar atrae lo similar” (máxima sufi).
– Algunos gurúes tienen su fuente de dinero relacionada directa o indirectamente con el pretendido camino espiritual que timonean. Sus devotos suelen ser explotados en pos de “la bendición de trabajar en el camino”, la cual suele ser encubridora de un deseo de alcanzar el amor de este Otro, un alto “estado espiritual”, un mejor pasar económico que nunca llega y quizás algún interés inconfesable… Para mantener éste montaje los gurúes deben trabajar muchísimas horas allí. Y es habitual de ellos quedarse hasta con la caridad de sus seguidores.
– Ellos mismos creen haber alcanzado altos estados espirituales, ser similares a otros Maestros difuntos y tener conexión con ellos. Equivalen sus capacidades psíquicas y hasta mágicas por inteligencia o intuición, a un estado espiritual, utilizándolo junto a enseñanzas de sus ex escuelas para, o hacer demostraciones esotéricas mostrándose como grandes espíritus «blancos», en la develación de miserias de sus seguidores, las cuales no suelen ser más que fallas genéricas del ser humano contemporáneo, proponiendo un Shijad (lucha contra defectos propios) cual luchar contra molinos de viento, y no contra sus rasgos principales que es en lo que centran sus trabajos los maestros auténticos.
– En general un gran enfado les es suscitado si no se los llama por sus nombres de maestros; pay, baba, sheykh, etc.; más sutilmente, si no se los trata como autoridades espirituales, o si se los contradice. Si bien se pueden mostrar muy amorosos, guardan una gran ira que muy a menudo descargan abruptamente o en forma de sarcasmo. Porque la verdad es que nunca han podido atar su camello ni dejar que nadie les muestre cómo hacerlo.
– En los casos más espeluznantes puede que lleguen a propiciar diversas actividades sexuales; esto cómo si fuesen ejercicios necesarios para sanar personas que han sufrido algún tipo de abuso o trastornos sexuales. Pueden logran hasta hacer creer a una persona que ha sufrido un abuso que no recuerdan. Y justifican sus prácticas hasta lo inaceptable desde la tradición que dicen representar.
– Pueden mostrarse muy piadosos en sus prácticas religiosas y así exigirlo a los demás, hasta sobre exigiéndolos; pero dejan de observar o modifican las formalidades de su religión si éstas no les convienen, o prefieren desconocerlas.
«… hay unos que tergiversan las palabras del Libro con sus lenguas (para distorsionar sus significados), para que creáis que es parte de El Libro cuando no lo es. Y dicen que esto proviene de la Presencia de Dios, pero no proviene de la Presencia de Dios. Dicen mentiras atribuyéndoselas a Dios a Sabiendas.
No puede ser que Dios otorgue a un ser humano el Libro, la autoridad con recto y buen juicio así como la misión profética y luego (éste) le diga a la gente: -sed siervos míos, a parte de Dios-. Más bien (diría): -Sed siervos puros y totalmente entregados al Señor, enseñando El Libro y estudiándolo»
– A la hora de conseguir bienes o dinero pueden llegar a ser astutos manipuladores y extorsionistas. Utilizando la desesperación del discípulo o sus familiares y conocidos. Y casi nunca se rebajarán a mendigar, a pedir perdón o a aceptar sus fallas para con sus discípulas, comunidad o tradición.
– Como dijimos arriba, respecto del trato hay por lo menos tres tipos de farsantes. Los que viven adulando a sus seguidores para así conquistarlos, cual quien regala flores y chocolates a una mujer para luego llevarla a la cama. Los que en su trato llevan el rigor al punto de la crueldad, a la inversa de un Maestro Real que llevará el rigor hacia la misericordia. Y por ultimo los que generan confusión en el psiquismo de sus seguidores cual un mentalista o mago. Todos utilizan estas tres estrategias tomando más de uno o de otra, y resultando siempre en la confusión psíquica de su seguidor quien suele acabar en un muy mal estado psicológico con distintas patologías acentuadas puntualmente.
– Algunos pueden tener hijos con seguidoras, que otro tuvo que mantener, pueden tener hijos de familiares por su orientación perversa. Suelen ser abandónicos con sus hijos o muy malos padres o madres, pese a criticar a padres ajenos.
– Para la manipulación de sus seguidores naturalmente ocultarán parte de sus prácticas a algunos y otra parte a otros, según lo que cada uno acepte o tolere. Cómo en un juego de astucia y estrategia. Pueden develar secretos de un seguidor a otro o viceversa. Van creando así secretos, separación y competitividad entre adeptos. Pueden llegar a ocultar cosas a sus supuestos seres queridos y develar sus secretos a otros.
– Su fallecimiento suele suceder de forma impensada, la muerte los toma desprevenidos debido a su falta de contacto con la misma. Puede acontecer por accidentes o por las enfermedades a causa de su mal «genio» antes mencionadas. Suelen no dejar un sucesor de su falsa tradición, debido a que su personalidad impide que nada se les asemeje. Sus seguidores al poco tiempo se dividen o se van a otros lugares. En contraste con los verdaderos maestros, que antes de su muerte son informados de la misma por inspiración o sueños, de esta manera logran preparar todo, despedirse, perdonar y ser perdonados por todos. Y pueden dejar así claramente un seguidor o un grupo consistente que continua la tradición dentro de la comunidad que estén.
– Se puede interpretar que estos sujetos más que nada se comportan cómo victimas de si mismos, y se establecen como sus propios tiranos. Esto es evidenciado por sus continuos fracasos en vínculos, empresas y por sus enfermedades, lo que seguramente interpretarán como parte de su estado místico de «pruebas»… Pero es posible que algún buscador inadvertido se beneficie parcialmente de haber pasado por uno de estos lugares un tiempo. En el afán de atraerlo lo acercarán a un camino Verdadero, le permitirán aprender algo bueno de allí y luego, si éste alumno se va a tiempo, sólo habrá obtenido beneficios y no se le revelarán las atrocidades allí contenidas. También es posible que algunas personas se vean en parte perjudicadas y en parte beneficiadas con un alto costo, todo depende de lo que esté en el destino de esa alma, y nada sucede sin permiso de el Dios Único.
Dijo un Sheykh sufi «Toda mentira necesita una Verdad para subsistir, porque la mentira en sí no tiene Ser”.